Puede sonar como si la actividad física y una conducta menos sedentaria fueran lo mismo, y aunque hacer actividades físicas reduce la conducta sedentaria en el momento, lo que importa es lo que usted hace la gran parte de sus horas en el día.
¿Le suena familiar ir al gimnasio una hora y luego a la oficina a estar 8 horas sentado detrás de su escritorio?
La inactividad por largas horas implica riesgos altos para una enfermedad de hígado. Se reclutó a participantes saludables con diferentes niveles de actividad física para un estudio que buscaba determinar las conexiones entre la grasa del hígado y su comportamiento. Si los participantes tenían dos o menos características de síndrome metabólico se consideraban saludables y si tenían tres o más, se consideraban no saludables y se los separaba en grupos.
En este estudio, se definió el síndrome metabólico por tener una presión sanguínea alta, azúcar alta en la sangre, exceso de grasa corporal o niveles de triglicéridos o colesterol elevados. Los individuos metabólicamente no saludables tenían menor salud física y mayor grasa en el hígado. La cual por cada incremento en su porcentaje de grasa, aumentan en un 37 por ciento las probabilidades de ser menos saludable metabólicamente.
Los resultados de inactividad física fueron incluso más llamativos. Por cada hora de tiempo sedentario, la grasa del hígado se incrementaba por menos 0,87 por ciento. De manera interesante, por cada 1.000 pasos la grasa del hígado disminuía irónicamente en el mismo 0,87 por ciento.
Hemos escuchado la frase inventada, «sentarse es la nueva manera de fumar» y ahora tenemos todo el derecho a estar preocupados dado que quedarse sentado contribuye a muchas condiciones de salud crónicas. La actividad física es importante, pero las nuevas investigaciones sugieren que puede ser más importante moverse más durante el día.
Levántese y manténgase en movimiento a lo largo del día y reduzca sus hábitos sedentarios para una mejor salud.